Trato de buscar las palabras exactas para que me entiendas. Trato de no equivocarme en lo más mínimo. Miro con desconfío cada paso que doy y al hacerlo miro mis huellas para asegurarme que voy por buen camino. No te veo, te observo y te admiro. No te escucho, te comprendo y te amo un poco más. No te toco, siento tu calor. No camino a tu lado, te sigo porque solo vos me transportas a ese lugar mejor.

No quiero equivocarme, ya no quiero dar un paso más. Mientras más camino más me hundo en las profundidades del error y la confusión. Son como monstruos tirando de mis pies para llevarme y no traerme jamás. No me importa salir lastimada, mataré a todo aquel que se me oponga. No me interesa lo que pase conmigo, realmente no me concierne tampoco lo que pase con los demás. Pero no, no podría jamás hacerte daño. No me lo perdonaría. Quizás deba ser momento de decir adiós... por más que sea lo que menos quiero en el mundo.

Triste creer que viviste toda una vida creyendo tener la razón y un día darse cuenta que nunca lo tuviste.

Cada segundo desde la última vez que te vi fué un martirio intentar olvidarte. Cubrir tu ausencia con falsas escusas, cada fracaso al intentar enojarme por todo lo sucedido, esa triste ilusión de que en verdad no te necesitaba. Todo fue en vano, porque la realidad es que cuando te vi, me miraste tan solo por unos segundos y el mundo pareció detenerse en tiempo y espacio, mi corazón recobró vida y mi alma pareció rejuvenecer su esencia.

Dicen que todos tenemos una segunda oportunidad. Si equivocarme y tropezar cientos de veces me llevó al lugar donde estoy, volvería a tropezar con cada piedra nuevamente sólo para estar donde estoy.

No lo sé... si me equivoqué al confiarme tanto en algo que no estaba a mi alcance o si es mi naturaleza dar siempre más de lo que debería. Quizás no sea mucho lo que ofrezco pero es una parte importante de mi la cual te di aún sabiendo que podías saboteármela dejándome sin nada. Y ahora, ¿qué más puedo hacer que intentar recobrar cada pieza de eso que te dí y tu terminaste destruyendo?

No lo sé... últimamente no encuentro respuestas y solo me queda cuestionarme y analizar cada detalle... y es así como consigo desanimarme o a veces solo me enfado. Quizás no queda más que aceptar las cosas y tomarlo como una enseñanza de vida. Suena tan triste que no puedo evitar amargarme, ¿por qué las cosas han de ser así? Si no doliera tanto la mentira, la ilusión, las falsas esperanzas, la falta de algo, la necesidad, la ignorancia, la dejadez, el complejo y el amor... nada de esto pasaría o por lo menos la vida sería un poco más dulce. Por otro lado... quizás algo de todo esto valga la pena, algún día.

Amar es como ir construyendo toda una serie de sentimientos y momentos compartidos así como charlas profundas, risas, llantos, cariño y ternura. Cada llamada, cada palabra producida queda grabada en esa lista por el período en que esas dos personas deciden estar juntas.