Aquel que habla de sueños ignora la realidad de la misma.

Perdida y vulnerable de las bestias de la noche. Como aquella llama que se va consumiendo así misma para ser polvo. De allí vengo, entre risas y malos pensamientos me hundo en el fango. Alzo mis manos con la esperanza de que algo o alguien acuda a mi rescate. Entrego mi fé a ese eco en mi interior que me dice que aun estás ahí.

No te duermas, cuidemos de la magia que nos moviliza, protejamos el calor que nos abriga las noches de más frío. Mantengamos la llama de este amor encendida.

Es como si siempre hubiese estado presente en mi. Es como si conociera ese sentimiento antes de vivirlo. Es como un recuerdo nunca ocurrido o algo olvidado que a pesar del hecho de no tener conciencia de él. su diminuta esencia da a lugar a una pequeña intuición de la misma.

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Miedo, temor, dudas, sospecha, desconfianza, poca fé, desamparada y desorientada de la conciencia y el razonamiento. Tras la espesa niebla caminé descalza en un sendero de fango y charcos sostenida de un pequeño hilo entre mis puños cerrados, apretando los dientes y forzando la mirada para no tropezar y así guiarme hacia aquella luz al final del sendero en donde podía oír tu voz llamándome desde la distancia.

No importa

Llévame lejos amor. No importa dónde mientras sea contigo. No importa cuándo, se esperar. No importa cómo, mientras lleve tu amor conmigo...

No lo sé

Necesidad... a encontrarnos satisfechos. ¿A qué punto? A encontrarnos completos ¿de qué?. A ahogar nuestros deseos más íntimos saciándolos, reemplazándolos por otros más accesibles o en el peor de los casos dándonos por vencidos. ¿Renunciar a mis sueños? ¿Acaso has perdido la cordura? Es que no puedo, lo intento pero por más que más trato, más me alejo. Me confunde, me desorienta, me debilita, me hiere, me absorbe a una corriente entre miedos y dudas, sufrimiento y desolación. Me lastimo a mi mismo. Me dejo llevar por seres que están más allá de mi inteligencia. Mi cuerpo es controlado por alguien más. Mi mente consumida en la desesperación y la confusión de mis necesidades, que aun no he de reconocer o distinguir.
La búsqueda... aquí, allá... por todos lados. No importan los medios. No importan los obstáculos. No importa nada. ¿Te quieres oponer? Inténtalo. Has de este oasis un poco más difícil. Nada se obtiene del cielo. Suelo ser exigente con mis prioridades. Otras veces no. Pensamientos bipolares que tosquean el emprendimiento.
Requisitos, ¿a cumplir? Esto y aquello. A veces también lo otro. O quizás solo una cosa, que tan solo por un momento de tu vida me consideres alguien.
Agotado... de no entender, de pensar, de sufrir, de acostarme cada noche y torturarme con utopías. Es como correr tras el aire, no lo veo, no se hacia donde se dirige exactamente y lo pierdo, llevándome a otro sitio. No se dónde está pero sé que existe y sigo corriendo ciego entre sueños imposibles y lágrimas que no secan.

La Luna

Pensar que esa luna de todas las noches ha sido contemplada y admirada por su simpleza a través de sus ojos iluminados ante tal semejanza... y yo aquí mirándola, compartiendo instantes de estupefacción y conmoción que posiblemente has experimentado. Pues si, me complace ese pensamiento.

Llenando ese vacío

- ¿Sabes? Estoy contento
- Me alegro mucho cariño. En realidad yo también quería decirte algo.
- ¿Qué pasa?
- Este tiempo, te he extrañado mucho. No vuelvas a hacerme esto.
La miró a los ojos y le sonrió de manera que entendiera que eso no volvería a ocurrir, o al menos dar a entender que nunca fue su intención lastimarla.

15/06/2012

C.F.

Hoy no.

Hoy no quiero hablar contigo amor, hoy no. Tal vez mañana sea el día.

Pensó

Será que no tienen importancia las palabras y la gente las dice por decir ? Será simplemente que a las personas les divierte hablar? O de verdad querrán decir algo que va más allá de su mente y su corazón? Son estos cuestionamientos los que también debe hacerse uno mismo. Es ahí cuando surge el temor propio a ser como lo demás. Está mal acaso? Pues uno no quiere ser lo que no le gusta de los demás. Y por qué esa necesidad de compararnos con el otro? Para sentirnos superiores quizás? Para no sentirse tan mal con uno mismo? Soberbia o autoestima?
Fue allí que el hombre, pensó.

Muchacha ojos de papel

Muchacha ojos de papel,
¿a dónde vas?
Quédate hasta el alba.

Muchacha pequeños pies,
no corras más.
Quédate hasta el alba.

Sueña un sueño despacito entre mis manos
hasta que por la ventana suba el sol.

Muchacha piel de rayón,
no corras más.
Tu tiempo es hoy.

Y no hables más, muchacha
corazón de tiza.
Cuando todo duerma
te robaré un color.

Muchacha voz de gorrión,
¿a donde vas?
Quédate hasta el día.

Muchacha pechos de miel,
no corras más.
Quedate hasta el día.

Duerme un poco y yo entretanto construiré
un castillo con tu vientre hasta que el sol,
muchacha, te haga reír
hasta llorar, hasta llorar.

Y no hables más, muchacha
corazón de tiza.
Cuando todo duerma
te robaré un color.

Disparejo

La soledad, la desorientación, dominaban mi cuerpo y mi mente aquel tiempo. Solo bastaba unas sinceras y dulces palabras para caer en las redes del amor. Sera mi debilidad, mi mayor defecto quizás, o uno más entre tantos otros. No diré que no quería que pasara, no diré que no sabía que pasaría porque siempre está esa voz interior que te advierte. Pero la desorientación emocional que poseo puede contra cualquier corriente.
Fue aquella tarde que aposté todo al juego del azar y te conocí. Fue aquel día que comenzó esa aventura prohibida que jugamos juntos. Lo maravilloso fue el sentimiento amistoso que compartimos. Una extraña mezcla entre cariño de amigos y un amor platónico. Un tiempo hermoso en donde la situación crecía y se fortalecía. Ambos sabíamos que tenías un amor anterior a lo nuestro, ambos decidimos no entrometernos a romper con situaciones de ética. Yo no deseo el mal a nadie, no deseaba tampoco lastimar a nadie, pero nos habíamos metido en problemas. Tras tu discusión con tu previo amor, las cadenas que dividían nuestros caminos, dieron paso a algo nuevo. Te amé y me amaste. Tan solo eso, para que acabara todo. El ser humano es un ser que busca continuo placer. Lo triste es que el placer para ti terminara ahí, y el mio fuera seguir amandote.

Quizás

Quizá sea miedo, quizá sea cobarde. Correr, escapar, escabullirse, esconderse. Métodos poco eficientes para tapar eso que me empuja. Quizás sea egoísta, quizás no me perdones. No, no creas que pensé en lastimarte, jamás fue mi intención. Lo siento. Qué más puedo hacer si debo recurrir a destruir lo más sagrado en mi para no ser yo? Lo siento, de verdad. No pido que me disculpes, solo que entiendas mi situación.

No me obligues

No me pidas que haga lo imposible. No me pidas que atente contra mi ética, mis códigos, mis moralidades. Si quiera te atrevas a mirarme ya que me obliga a romper contra mi oposición. No me obligues a amarte. Aléjate como yo lo hago. No me llames, no me escribas. No te atrevas a dejarla por mi.

...

Qué cobarde soy al no explicar mi alejamiento hacia ti. Si de verdad te importo pues tienes las puertas abiertas a preguntar... mientras tanto seguiré con esta absurda fantasía de que todo terminó bien....

Ya no hay forma de pedir perdón

¿Cómo voy a lograr que aún me quieras?
¿Cómo lograr que quieras escuchar?
Cuando este fuego me desvela
pero despierto solo una vez más

¿Cómo lograr verte de nuevo?
¿Cómo he de recobrar tu corazón?
¿Cómo aceptar que todo ha muerto
y ya no hay forma de pedir perdón?

Qué mal,
qué mal,
esta absurda y triste historia
que se pone cada vez peor

Qué mal,
qué mal,
¿por qué ni puedo hablarte?
Temo que es así,
que ya no hay forma de pedir perdón

¿Cómo lograr que aún me quieras?
¿Cómo lograr que quieras escuchar?
Cuando este fuego me desvela...
¿Qué es lo que voy a hacer?
¿Qué es lo que voy a hacer
si ya no hay forma de pedir perdón?

Placentera pesadilla

Hermosos momentos pasó ella a su lado. Pero hoy no solo son recuerdos sino decepciones que ahogan el corazón y desintegra ese mínimo sentido de confianza que tenía por la humanidad.

Miércoles 13 de Junio 2012

Quién eres? Las visitas, los viajes, el encuentro, las salidas, los besos, las caricias, las lágrimas y tu recuerdo... ya no valen nada para ti. O es lo que quiero creer? o lo que en verdad ocultas tras tu partidad? seré ilusa al pensar que aun merodeo en las lagunas de tu mente?